sábado, 24 de octubre de 2009

Vuelve Lisbeth Salander, más incendiaria que nunca, en "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

Noomi Rapace vuelve a ser Salander


Va a ser un duelo femenino que echará chispas: la postmoderna Lisbeth Salander y la antigua Hypatia de Alejandría se enfrentan desde este fin de semana en los cines españoles, a donde llega la segunda entrega de uno de los grandes éxitos comerciales europeos del año, la saga Millennium, "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina". La primera, "Los hombres que no amaban a las mujeres", logró en España cerca de los 9 millones de euros y se mantuvo dos meses entre las más vistas y aunque no dispondrá de tantas salas como la cinta española de Alejandro Amenábar, puede contribuir al derrocamiento de "Agora".

"La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" arranca con Salander (Noomi Rapace) convertida en la mujer más buscada de Suecia. Dos colaboradores de la revista Millennium, a punto de sacar a la luz un escándalo sobre el comercio sexual en Suecia, han sido brutalmente asesinados y las huellas de Lisbeth están en el arma homicida, lo que añadido a su historial de comportamiento vengativo e impredecible, la convierten oficialmente en un peligro para la sociedad. Sin embargo, nadie puede encontrarla.

Mientras, Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist), editor jefe de Millennium, no cree lo que se dice en las noticias y sabiendo que Salander es feroz cuando se siente amenazada, está desesperado por encontrarla antes de que la acorralen. A medida que encaja las piezas del puzzle, Blomkvist se enfrentará a peligrosos criminales incluyendo al gigante rubio, un temible y enorme matón incapaz de sentir dolor.

Blomkvist saca también a la luz algunos datos desgarradores sobre el pasado de Salander. Puesta en manos de instituciones psiquiátricas desde los 12 años y declarada legalmente incapacitada a los 18, es una joven deshecha y confundida producto de un sistema injusto y corrupto. Sin embargo, Lisbeth es más un ángel vengador que una víctima indefensa, y arremete con justa ira sobre los que la han herido.

Esta segunda película de la saga creada por el difunto periodista Stieg Larsson, dirigida -al igual que la tercera por llegar- por Daniel Alfredson, en sustitución de Niels Arden Oplev (quien hizo "Los hombres que no amaban a las mujeres"), se estrenó hace algo más de un mes en los países nórdicos, donde ha tenido de nuevo una gran acogida, recaudando 18 millones de euros entre Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia.

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